jueves, 26 de noviembre de 2015

Sostenibilidad, una pequeña reflexión.


¿Qué es la sostenibilidad?
Lo primero debemos saber qué es la sostenibilidad antes de empezar a opinar sobre ello.

Podríamos definirla como el hecho de atender las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras satisfaciendo las propias, garantizando el equilibrio entre crecimiento económico, cuidado del medio ambiente y bienestar social.

Con todo esto queremos decir algo que se ha intentado en muchas ocasiones, hay que lograr avanzar sin afectar en la medida de lo posible al ámbito que nos rodea.
Cuando pensamos en ello siempre nos viene a la cabeza el medio ambiente, siendo en la actualidad el “efecto invernadero” una realidad muy presente.

Pero cómo puede luchar una persona de forma individual contra éste gran problema de la sociedad que afecta al planeta entero.
Ante todo debemos evitar el no hacer nada, parafraseando a Edmund Burke:


“Para que triunfe el mal sólo es necesario que los buenos no hagan nada”.


Aplicándolo a la sociedad actual podríamos decir que no debemos bajar los brazos y rendirnos, una persona sola no podrá cambiar el mundo, eso es cierto, pero también es cierto que si no hacemos nada, es seguro que no cambiará.

Como en todo, la educación es lo primero, si desde pequeños concienciamos a la sociedad para que busque ese “equilibrio”, nos será mucho más fácil poder conseguir objetivos.
Sin embargo no hay que olvidar que el mundo en el que vivimos no deja de estar movido por el dinero y, aunque sea triste de escuchar, en muchas ocasiones se antepone el lucro a la salud misma.

 
¿Qué podemos hacer de forma individual?
Como he dicho antes, una educación temprana sería la mejor herramienta, pero aunque empezáramos ahora mismo, no podríamos esperar a que las generaciones futuras crecieran lo suficiente como para empezar a actuar.
Debemos pensar en uno mismo para lograr el objetivo de dejar un mundo más saludable para un futuro no muy lejano.
De forma individual creo que todos sabemos por dónde empezar, “EL RECICLAJE”.
El reciclaje se aplica prácticamente a todos los conceptos de salud medioambiental; desde la separación de basuras en las casas, hasta la reutilización de viejos neumáticos para hacer carreteras, pasando por supuesto por el ámbito sanitario.
 

¿Cómo podemos contribuir en el ámbito sanitario?
La rama sanitaria engloba muchísimos aspectos de los que podríamos hablar extensamente relacionados con el reciclaje y el ahorro, desde gastos de energía eléctrica excesiva, derroche de material, residuos nocivos, hasta la acumulación de elementos electrónicos desfasados.
Cuando hablamos de ahorro, no hay que referirse necesariamente a recortes, incluso debemos hacer ciertas inversiones para ahorrar después de un tiempo establecido.

Yéndonos al material de luz eléctrica, hace unos años se empezaron a usar bombillas de bajo consumo, pero en grandes superficies, como los hospitales, se siguieron usando las de tipo normal. Actualmente se trabaja con los LEDs, que consumiendo muchísima menos energía, producen una luz mucho mayor, tienen una vida funcional más extensa y un mayor ajuste para la regularización de intensidad.
Las energías renovables son un dato a tener en cuenta, la energía solar sería una de ellas.

En el tema de material derrochado, no hay que confundir no derrochar, con reducir gastos a costa de dar un buen servicio, en éste caso, al paciente.
Pero también debemos fijarnos en las cosas que han mejorado, por ejemplo tenemos los Rayos X, siendo un sistema radiológico que necesitaba un material específico para imprimir los resultados, actualmente se ha informatizado y una vez hecha la prueba, se almacena en la memoria de un ordenador y se manda directamente a la historia clínica del paciente, para que los resultados puedan verse en cualquier momento por el docente que lo necesite en cualquier momento, sin necesidad de que el paciente tenga que llevarse la radiografía impresa y que si se pierde no haga falta repetirla, con lo que también será un ahorro de energía y evite radiar de nuevo a la misma persona.

Por último el material desfasado, como pueden ser ordenadores, pantallas rotas o demasiado pesadas, máquinas que han sido reemplazadas por equipos más modernos y un largo etcétera.
En todas las ciudades existen diversos puntos limpios para poder desechar éste tipo de basura para que se trate de la forma más adecuada para ello, por eso hay que evitar mezclarlo con otros tipos de desperdicios, una vez más se aplica la regla de reciclaje sobre la separación de basuras.
Hay muchos más puntos que podríamos analizar, pero quizá éstos sean los más conocidos.

 
                Conclusiones
Como hemos dicho anteriormente debemos concienciarnos, porque es un estilo de vida.
El tema del reciclaje, es un tema demasiado extenso y complicado como para reducirlo a unas escasas líneas, pero los pequeños gestos son los que cambian el mundo y si todos aportamos algo, notaremos una diferencia clara.


 

Andrés Valero
 

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